La pareja fue elegida entre 50 personas que solicitaron adoptar al felino, que pesa 10 kilos y mide más de dos metros de largo.


Sus dueños piensan que Pickles podría ser un Maine Coon, una de las razas más grandes de gatos domésticos.
Antes de ser adoptado por la pareja, Pickles no pudo encontrar un propietario que lo quisiera llevar a su casa, por lo que estuvo vagando por las calles en busca de sobras para suprimir su apetito.
Pero el minino gigante, apodado ’Catasaurus Rex’, finalmente encontró un lugar para vivir, después que una joven pareja de Boston viera un anuncio en la página web de la Sociedad de Massachusetts para la Prevención de la Crueldad contra los Animales.
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