Relaciones cibernéticas
¿Encuentro casual o el amor de tu vida? Aplicaciones como Tinder te ayudan a encontrar lo que estás buscando.
La app de citas en línea ha llegado a millones de usuarios que al parecer, comienzan conversando y acaban compartiendo cama.
Para quienes no la conocen, funciona de la siguiente manera: la aplicación muestra una imagen de una potencial pareja (hombre o mujer), junto a con su edad e información que públicamente haya compartido en redes sociales.
Si compartes amigos en Facebook con esa persona, por ejemplo, la aplicación te lo hará saber.
Si no te agrada el aspecto de la persona sugerida, deslisa tu dedo a la izquierda, y no volverás a ver su perfil.
Pero si te gusta lo que ves, desliza el dedo a la derecha, en señal de aprobación.
Sólo cuando ambas partes aprueban el perfil del otro, Tinder comunica a los dos usuarios y permite el contacto.
Y, de ahí en adelante, tan simple como una carretera hacia el amor verdadero, ¿no?
Bueno, sólo tal vez. Apenas cumplió un año y ya ha sido descrita como "espeluznante" y "una aplicación para tener relaciones sexuales informales que nos hace más egoístas". Pero otros lo ven como la futura herramienta para conocer gente.
El cofundador de la aplicación, Sean Rad, de 27 años, asegura que el tamaño de la red Tinder está creciendo un 15% cada semana, aunque no especifica el total de usuarios que actualmente alberga.
Esta frenética actividad la ha convertido en una de las compañías más populares de la escena de las llamadas start-ups.
Tiene su sede en Los Ángeles y comparte la ciudad con otra aplicación del momento, Snapchat. Incluso, ambos equipos salen juntos a pasar el rato.
Al igual que muchas ideas existosas, Tinder nació de la necesidad de sus propios creadores.
La aplicación, según Rad, resuelve "el problema que tiene la Humanidad". "Conocer gente nueva era un problema en general del que nadie hablaba", admite.
Para el cofundador de Tinder, la forma de socializar ha cambiado. "Antes íbamos a un bar a conocer a gente. Ahora vamos para pasar tiempo con nuestros amigos", le dice a la BBC.
Rad cuenta que "una de las cosas que oímos todo el tiempo -especialmente de las mujeres- es que en el mundo real, cuando alguien se acerca a ellas -aunque fuera la persona más interesante de la sala- sienten que su espacio personal está siendo invadido y se sienten abrumadas".
"Ocurre entonces que las personas que están interesadas acaban por sentarse y deciden ser introvertidas y no lo intentan", explica.
Sean Rad era uno de esos introvertidos y, gracias a su propia creación, conoció a la que actualmente es su novia. "Es una chica estupenda. Creo que con eso, lo digo todo", dice entre sonrisas.
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