"Mi padre nació aquí, en los barrios bajos de Soacha." Así comienza 'Muertas', el cómic que introduce a Ana Cortés.
La supervillana que enfrentarán los X-Men, es heredera multimillonaria. Su padre nació en Soacha.
La principal sorpresa en el número de noviembre de X-Men, cómic que se lanzó esta semana con el título en español de Muertas, debería ser el regreso a la vida de Lady Deathstrike, una supervillana emblemática del universo Marvel. Pero no lo es porque, para resucitarla, los escritores se valieron de un nuevo personaje, que, entre otras cosas, tiene la particularidad de ser la hija de un multimillonario de Soacha.
“Mi nombre es Ana Cortés”, dice una y otra vez la escultural antagonista, que a lo largo de las primeras páginas se presenta como la heredera del reino de un empresario con intereses en petróleo, finca raíz y armas y se queja de que quienes la rodean la vean como “some pendeja”. Luego se revela que en virtud de su inmensa fortuna tuvo los medios para “adquirir” la conciencia de una guerrera japonesa, que ahora comparte su cuerpo en extraña simbiosis.
Por ahora, no está claro si la colombiana evolucionará como personaje en sí misma o si será simplemente el vehículo para el retorno de Deathstrike, que se dedica en esta entrega a buscar un cuerpo cibernético propio. Sin embargo, su aparición es interesante por más de una razón. Para empezar, porque la Bogotá del cómic, de hecho luce como Bogotá, con Monserrate incluido.
En su página ‘Siento un ki maligno’, especializada en cómics y videojuegos, el bloguero Julián Andrés Ramírez dice que Cortés se inscribe en la tendencia de Marvel de dar variedad étnica a sus personajes. “Eso incluye a Miles Morales, un chico negro y latino, como el nuevo Spider-Man, y a Kamala Khan, adolescente musulmana que heredó la identidad de Ms. Marvel”, escribe.
Para Esteban Cruz Niño, antropólogo y profesor de la Universidad del Rosario, no es la realidad colombiana la que se refleja en el cómic, sino la imagen que del país tienen en el extranjero.
Explica: “X-Men siempre ha versado sobre la oposición entre el bien y el mal y el poder. Los mutantes son poderosos, pero al mismo tiempo sufren por su condición; es una metáfora de la lucha de los derechos civiles. En oposición, Ana Cortés, la colombiana, representa a una enemiga de los mutantes ‘buenos’ (...), que surge de la pobreza que se relaciona con Soacha, pero que recibe de su padre dinero y poder. Es el estereotipo de la hija del capo. Cortés es producto de su pasado, como todos los colombianos que heredamos las consecuencias de los errores y amores de nuestros ancestros”.
Por ahora, no hay un lazo explícito entre el personaje de Cortés y el narcotráfico, pero ese es un posible desarrollo de la trama. La razón es que existe un estereotipo del colombiano que no resulta fácil cambiar, apunta el antropólogo Fabián Sanabria, director del Instituto Colombiano de Antropología e Historia.
“Desgraciadamente no construimos, como en otros países, una ética de la prosperidad basada en el trabajo, sino que después de las alianzas que hubo entre el narcotráfico y el mundo productivo primó la relación del ‘pa’ las que sea’, del yo paso por encima de los demás. Nuestra cultura está impregnada de la tajada, de la mordida, de la tramoya. Son ese tipo de cosas las que nos vuelven completamente caricaturescos, y por eso un cómic de esta naturaleza incluye a ese prototipo de colombiano”.
Cuando asume su nuevo rol, Cortés adopta una estética cercana a la de la fiesta mexicana del Día de Muertos. En charla con EL TIEMPO, Ramírez anotó: “Eso es curioso. En EE. UU., muchas veces ven a Latinoamérica como un todo, así que es posible que no vean esto como algo mexicano, sino como latinoamericano. Pero solo por el hecho de que investigaron en Internet para saber que existe un lugar llamado Soacha podemos darnos por bien servidos”.
Los otros colombianos
En los 80, Marvel creó a ‘Highnote’, un músico colombiano con el poder de gritar para vencer a sus enemigos. DC creó a ‘Snowflame’, un supervillano que obtuvo sus poderes inhalando cocaína.
‘Es un personaje novedoso’
Desde Pereira, el bloguero Julián Andrés Ramírez le dijo a EL TIEMPO: “Ana Cortés es un personaje novedoso porque hasta ahora lo común era que las etnias distintas aparecieran siempre como un cliché. Si salía un irlandés, era borracho y católico. Por lo general, si un personaje viene de Colombia tiene que ver con narcotráfico –no solo en cómics, sino en el cine– y eso es de resaltar. Habrá que ver que no se vayan a inventar algo así después”.
A pesar de que, por ahora, el rol de la colombiana está vinculado íntimamente al de Lady Deathstrike, Ramírez no duda en apostarle a Cortés como un personaje recurrente. “Cuando un personaje va a morir o a desaparecer de la escena muy rápidamente no suelen darle tanto trasfondo. A Ana Cortés la presentan en sus orígenes e, incluso, sugieren algo acerca de sus motivos. Pareciera ser un personaje que se va a quedar un buen rato”, concluye.
fuente: http://www.eltiempo.com
La principal sorpresa en el número de noviembre de X-Men, cómic que se lanzó esta semana con el título en español de Muertas, debería ser el regreso a la vida de Lady Deathstrike, una supervillana emblemática del universo Marvel. Pero no lo es porque, para resucitarla, los escritores se valieron de un nuevo personaje, que, entre otras cosas, tiene la particularidad de ser la hija de un multimillonario de Soacha.
“Mi nombre es Ana Cortés”, dice una y otra vez la escultural antagonista, que a lo largo de las primeras páginas se presenta como la heredera del reino de un empresario con intereses en petróleo, finca raíz y armas y se queja de que quienes la rodean la vean como “some pendeja”. Luego se revela que en virtud de su inmensa fortuna tuvo los medios para “adquirir” la conciencia de una guerrera japonesa, que ahora comparte su cuerpo en extraña simbiosis.
Por ahora, no está claro si la colombiana evolucionará como personaje en sí misma o si será simplemente el vehículo para el retorno de Deathstrike, que se dedica en esta entrega a buscar un cuerpo cibernético propio. Sin embargo, su aparición es interesante por más de una razón. Para empezar, porque la Bogotá del cómic, de hecho luce como Bogotá, con Monserrate incluido.
En su página ‘Siento un ki maligno’, especializada en cómics y videojuegos, el bloguero Julián Andrés Ramírez dice que Cortés se inscribe en la tendencia de Marvel de dar variedad étnica a sus personajes. “Eso incluye a Miles Morales, un chico negro y latino, como el nuevo Spider-Man, y a Kamala Khan, adolescente musulmana que heredó la identidad de Ms. Marvel”, escribe.
Para Esteban Cruz Niño, antropólogo y profesor de la Universidad del Rosario, no es la realidad colombiana la que se refleja en el cómic, sino la imagen que del país tienen en el extranjero.
Explica: “X-Men siempre ha versado sobre la oposición entre el bien y el mal y el poder. Los mutantes son poderosos, pero al mismo tiempo sufren por su condición; es una metáfora de la lucha de los derechos civiles. En oposición, Ana Cortés, la colombiana, representa a una enemiga de los mutantes ‘buenos’ (...), que surge de la pobreza que se relaciona con Soacha, pero que recibe de su padre dinero y poder. Es el estereotipo de la hija del capo. Cortés es producto de su pasado, como todos los colombianos que heredamos las consecuencias de los errores y amores de nuestros ancestros”.
Por ahora, no hay un lazo explícito entre el personaje de Cortés y el narcotráfico, pero ese es un posible desarrollo de la trama. La razón es que existe un estereotipo del colombiano que no resulta fácil cambiar, apunta el antropólogo Fabián Sanabria, director del Instituto Colombiano de Antropología e Historia.
“Desgraciadamente no construimos, como en otros países, una ética de la prosperidad basada en el trabajo, sino que después de las alianzas que hubo entre el narcotráfico y el mundo productivo primó la relación del ‘pa’ las que sea’, del yo paso por encima de los demás. Nuestra cultura está impregnada de la tajada, de la mordida, de la tramoya. Son ese tipo de cosas las que nos vuelven completamente caricaturescos, y por eso un cómic de esta naturaleza incluye a ese prototipo de colombiano”.
Cuando asume su nuevo rol, Cortés adopta una estética cercana a la de la fiesta mexicana del Día de Muertos. En charla con EL TIEMPO, Ramírez anotó: “Eso es curioso. En EE. UU., muchas veces ven a Latinoamérica como un todo, así que es posible que no vean esto como algo mexicano, sino como latinoamericano. Pero solo por el hecho de que investigaron en Internet para saber que existe un lugar llamado Soacha podemos darnos por bien servidos”.
Los otros colombianos
En los 80, Marvel creó a ‘Highnote’, un músico colombiano con el poder de gritar para vencer a sus enemigos. DC creó a ‘Snowflame’, un supervillano que obtuvo sus poderes inhalando cocaína.
‘Es un personaje novedoso’
Desde Pereira, el bloguero Julián Andrés Ramírez le dijo a EL TIEMPO: “Ana Cortés es un personaje novedoso porque hasta ahora lo común era que las etnias distintas aparecieran siempre como un cliché. Si salía un irlandés, era borracho y católico. Por lo general, si un personaje viene de Colombia tiene que ver con narcotráfico –no solo en cómics, sino en el cine– y eso es de resaltar. Habrá que ver que no se vayan a inventar algo así después”.
A pesar de que, por ahora, el rol de la colombiana está vinculado íntimamente al de Lady Deathstrike, Ramírez no duda en apostarle a Cortés como un personaje recurrente. “Cuando un personaje va a morir o a desaparecer de la escena muy rápidamente no suelen darle tanto trasfondo. A Ana Cortés la presentan en sus orígenes e, incluso, sugieren algo acerca de sus motivos. Pareciera ser un personaje que se va a quedar un buen rato”, concluye.
fuente: http://www.eltiempo.com
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