DALLAS, Texas, EE.UU. Una mujer que fue confinada en su vivienda en Dallas, rodeada de vigilantes armados después de que un hombre infectado con ébola se alojase en su casa, dijo que nunca imaginó que pudiese pasarle algo así tan lejos de África occidental, la zona devastada por la enfermedad.
Louise Troh dijo el jueves que está cansada de estar encerrada y que quiere que las autoridades sanitarias descontaminen su casa.
Las autoridades dicen que el círculo de personas que pudieron estar expuestos al ébola en Estados Unidos creció después de que Thomas Eric Duncan, que llegó de Liberia el mes pasado, fuese dado de alta en un hospital sin haberle realizado la prueba del fatal virus.
La orden de aislamiento, que también prohíbe la entrada de visitantes, fue impuesta luego de que la familia no cumpliese la petición de quedarse en casa, según el juez del condado de Dallas Clay Jenkins. El responsable de los servicios de salud del estado de Texas, David Lakey, dijo que la orden asegura que la mujer, su hijo de 13 años y dos sobrinos puedan ser supervisados de cerca para detectar indicios de la enfermedad.
El primer caso diagnosticado de ébola en el país elevó la preocupación por si la enfermedad que ha matado a 3,300 personas en África occidental podría extenderse por Estados Unidos. Funcionarios estatales de salud dijeron que confían en que pueden controlarla.
Troh dijo que se imaginaba que estaba a salvo de las garras del virus a miles de kilómetros de su Liberia natal, el país más afectado.
"Nadie piensa que esto va a pasar", dijo en una entrevista con The Associated Press.
Dijo que ella y su familia están "estresados" por permanecer en cuarentena. "¿Quién quiere estar encerrado?", añadió.
Troh está esperando a que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recojan las sábanas y toallas utilizadas por Duncan cuando se alojó en su casa antes de ser diagnosticado con ébola.
Un equipo especializado en materiales peligrosos llegó el jueves por la noche para descontaminar el apartamento pero no tenía los permisos necesarios para limpiar y retirar los residuos peligrosos, dijo el portavoz de la autoridad local Richard Hill. El equipo, contratado por el condado y el estado, volverá el viernes para terminar su trabajo.
"Los desafíos son reales", dijo el director de los CDC Tom Frieden el viernes al canal ABC cuando le preguntaron sobre la situación del Troh, pero aseguró que confía "en que saldremos de esto hoy".
Cuando en NBC le preguntaron por qué el apartamento no fue limpiado de inmediato, Frieden respondió que "después de todo esta es la primera vez que escuchamos de un caso de ébola en Estados Unidos y hay cuestiones de las que nos tenemos que asegurar para que cuando se muevan cosas no vayan a ser desechadas de alguna forma que representen un riesgo potencial".
Representantes de Cruz Roja Americana entregaron comida en el apartamento el jueves y el Banco de Alimentos del norte de Texas dijo que había enviado cereales, atún, productos agrícolas y otros suministros.
Funcionarios de salud de Texas ampliaron sus esfuerzos para contener el virus, localizando a unas 100 personas que podrían haber tenido contacto directo con Duncan o con alguien cercano a él.
Ninguna de estas personas mostró síntomas, pero se les ha pedido que se comuniquen con sanitarios si se sienten enfermos, dijo Erikka Neroes, portavoz de la agencia de Salud y Servicios del condado de Dallas.
El grupo de riesgo incluye a entre 12 y 18 personas que tuvieron contacto con el paciente infectado, incluso personal de ambulancia y un puñado de escolares, añadió. Los demás mantuvieron contacto con ese grupo central.
Por otra parte, el Hospital Presbiteriano de Dallas dijo que Duncan dijo inicialmente a una enfermera de la sala de urgencias que no había tenido contacto con nadie infectado cuando estuvo en Liberia. Recibió el alta el 25 de septiembre tras una consulta pero dos días después volvió al centro y fue diagnosticado con el virus fatal.
En un comunicado el jueves, el hospital dijo que Duncan admitió que había llegado recientemente de África occidental pero negó haber estado cerca de alguien enfermo. Los vecinos de Duncan en la capital de Liberia, Monrovia, dijeron a The Associated Press que ayudó a una mujer de 19 años que ya falleció por ébola.
Duncan llegó a Dallas el 20 de septiembre y se sintió enfermo días después.
El hospital dijo que Duncan tenía fiebre, dolor de cabeza y abdominal y disminución de la orina, pero que no sufría vómitos ni diarrea. Ahora se encuentra aislado en el hospital en estado grave.
Además, a última hora de jueves, NBC informó de que el camarógrafo estadounidense Ashoka Mukpo, quien trabaja para la cadena en Liberia, dio positivo al virus y será repatriado a Estados Unidos junto con el resto del personal de la cadena noticiosa.
Louise Troh dijo el jueves que está cansada de estar encerrada y que quiere que las autoridades sanitarias descontaminen su casa.
Las autoridades dicen que el círculo de personas que pudieron estar expuestos al ébola en Estados Unidos creció después de que Thomas Eric Duncan, que llegó de Liberia el mes pasado, fuese dado de alta en un hospital sin haberle realizado la prueba del fatal virus.
La orden de aislamiento, que también prohíbe la entrada de visitantes, fue impuesta luego de que la familia no cumpliese la petición de quedarse en casa, según el juez del condado de Dallas Clay Jenkins. El responsable de los servicios de salud del estado de Texas, David Lakey, dijo que la orden asegura que la mujer, su hijo de 13 años y dos sobrinos puedan ser supervisados de cerca para detectar indicios de la enfermedad.
El primer caso diagnosticado de ébola en el país elevó la preocupación por si la enfermedad que ha matado a 3,300 personas en África occidental podría extenderse por Estados Unidos. Funcionarios estatales de salud dijeron que confían en que pueden controlarla.
Troh dijo que se imaginaba que estaba a salvo de las garras del virus a miles de kilómetros de su Liberia natal, el país más afectado.
"Nadie piensa que esto va a pasar", dijo en una entrevista con The Associated Press.
Dijo que ella y su familia están "estresados" por permanecer en cuarentena. "¿Quién quiere estar encerrado?", añadió.
Troh está esperando a que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recojan las sábanas y toallas utilizadas por Duncan cuando se alojó en su casa antes de ser diagnosticado con ébola.
Un equipo especializado en materiales peligrosos llegó el jueves por la noche para descontaminar el apartamento pero no tenía los permisos necesarios para limpiar y retirar los residuos peligrosos, dijo el portavoz de la autoridad local Richard Hill. El equipo, contratado por el condado y el estado, volverá el viernes para terminar su trabajo.
"Los desafíos son reales", dijo el director de los CDC Tom Frieden el viernes al canal ABC cuando le preguntaron sobre la situación del Troh, pero aseguró que confía "en que saldremos de esto hoy".
Cuando en NBC le preguntaron por qué el apartamento no fue limpiado de inmediato, Frieden respondió que "después de todo esta es la primera vez que escuchamos de un caso de ébola en Estados Unidos y hay cuestiones de las que nos tenemos que asegurar para que cuando se muevan cosas no vayan a ser desechadas de alguna forma que representen un riesgo potencial".
Representantes de Cruz Roja Americana entregaron comida en el apartamento el jueves y el Banco de Alimentos del norte de Texas dijo que había enviado cereales, atún, productos agrícolas y otros suministros.
Funcionarios de salud de Texas ampliaron sus esfuerzos para contener el virus, localizando a unas 100 personas que podrían haber tenido contacto directo con Duncan o con alguien cercano a él.
Ninguna de estas personas mostró síntomas, pero se les ha pedido que se comuniquen con sanitarios si se sienten enfermos, dijo Erikka Neroes, portavoz de la agencia de Salud y Servicios del condado de Dallas.
El grupo de riesgo incluye a entre 12 y 18 personas que tuvieron contacto con el paciente infectado, incluso personal de ambulancia y un puñado de escolares, añadió. Los demás mantuvieron contacto con ese grupo central.
Por otra parte, el Hospital Presbiteriano de Dallas dijo que Duncan dijo inicialmente a una enfermera de la sala de urgencias que no había tenido contacto con nadie infectado cuando estuvo en Liberia. Recibió el alta el 25 de septiembre tras una consulta pero dos días después volvió al centro y fue diagnosticado con el virus fatal.
En un comunicado el jueves, el hospital dijo que Duncan admitió que había llegado recientemente de África occidental pero negó haber estado cerca de alguien enfermo. Los vecinos de Duncan en la capital de Liberia, Monrovia, dijeron a The Associated Press que ayudó a una mujer de 19 años que ya falleció por ébola.
Duncan llegó a Dallas el 20 de septiembre y se sintió enfermo días después.
El hospital dijo que Duncan tenía fiebre, dolor de cabeza y abdominal y disminución de la orina, pero que no sufría vómitos ni diarrea. Ahora se encuentra aislado en el hospital en estado grave.
Además, a última hora de jueves, NBC informó de que el camarógrafo estadounidense Ashoka Mukpo, quien trabaja para la cadena en Liberia, dio positivo al virus y será repatriado a Estados Unidos junto con el resto del personal de la cadena noticiosa.
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