Cada Halloween, Cassie McLelland consigue que su pequeño sonría gracias a unos pocos trabajos manuales
Caleb, disfrazado de Super Mario
De enfermero en su propia ambulancia a Super Mario en un coche de carreras. A pesar de que, a sus nueve años, Caleb McLelland está postrado en una silla de ruedas, no tiene problemas a la hora de disfrazarse y salir a pedir caramelos de puerta en puerta durante la noche de Halloween. De esta tarea se encarga su madre Cassie quien, todos los años, hace posible que el pequeño se transforme en sus personajes favoritos haciendo uso de su creatividad y de su habilidad para los trabajos manuales.
WHEELCHAIRCOSTUMES
La historia de Caleb comenzó en 2013, año en que vino al mundo y los médicos le diagnosticaron una malformación congénitallamada Espina Bífida e Hidrocefalia (la cual le impedía andar). Desde aquel trágico momento sus padres se han propuesto hacer que la vida del pequeño sea lo más sencilla y natural posible. Y Halloween no iba a ser una excepción.
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Por ello, hace varios años Cassie se propuso elaborar un disfraz para esta fiesta en el que la silla de ruedas de Caleb fuera un elemento más del traje. Así pues, con una gran dosis de imaginación ha conseguido que, en las últimas noches de brujas, su pequeño haya lucido –entre otras cosas- como Batman (junto a su batmóvil) o como Buzz Lightyear junto a su nave espacial.
Con el tiempo, empezó a difundir sus diseños a través de las Redes Sociales y tuvieron tanto éxito que ha decidido abrir su propio blog. En él, esta Cassie fotografía cada uno de los disfraces que elabora para su pequeño y explica pormenorizadamente como elaborarlos en casa.
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