Si has decidido tener un estilo de vida más sano, puedes comenzar por aquí
Comer es un placer, sin duda, pero no comas cualquier cosa.
Hacernos responsables de nuestro bienestar no siempre suena muy acogedor, sobre todo porque pensamos que para mantenernos bien hay que sacrificar todo lo que nos agrada. Visto de otra manera podemos lograr el mismo objetivo sin perdernos de los placeres que la vida pone a nuestro alcance.
Leandro Taub, autor del libro Sabiduría casera, Editorial Vergara, explica que para reconectar la salud hay que entender que el cuerpo es el vehículo que nos hace transitar por la vida: “Nacemos equipados con todas las herramientas físicas para vivir a plenitud, pero es necesario aprender a auto-observarnos, a conocer nuestro organismo, sus reacciones y sobre todo no dejar de sentir, escuchar y responder a las necesidades físicas, ya que esto se vuelve riesgoso, pues la mente se aleja del cuerpo y es aquí donde atacan las enfermedades”.
Esto se explica de la siguiente manera: después de un día estresante de trabajo el cuerpo pide descanso, pero lejos de dormir como lo solicita, asumimos que si estamos acostados y viendo el televisor, ya le proporcionamos la relajación que requiere, lo cual está muy lejos de suceder, pues en realidad le estamos robando el sueño que en verdad requiere.
Al aprender a observar e interpretar perfectamente lo que necesitamos es más sencillo mantenernos saludables y, como explica el autor, existen 5 placeres que garantizan nuestro bienestar:
• Respirar: Podemos dejar de realizar varias acciones físicas, pero sin duda, ésta es indispensable para existir “y para vivir mejor hay que respirar mejor. Es posible hacerlo ya que estamos utilizando poco de toda la capacidad pulmonar que tenemos”, afirma el autor. Además esa sola actividad se encuentra entre el cuerpo físico y el mental, por lo que ayudará a controlar emociones y pensamientos, así como también a oxigenar el organismo.
• Comer: Es así como nos nutrimos, “pero no se trata de meter alimento solo porquetenemos hambre, podemos elegir cómo comemos, qué comemos y en qué pensamos cuando comemos. La clave es tomar conciencia que lo que comemos pasa a formar parte de nuestro cuerpo, formará nuestras células, la piel y cada uno de nuestros órganos. Ya que sabes esto, ¿aun así quieres meter a tu cuerpo alimentos que lo dañan?”, cuestiona Leandro Taub.
• Ejercitarse: Hay funciones del cuerpo y de la salud física que son activadas solo con movimiento, como la circulación de la sangre, los músculos, entre otros. No tener actividad es la antesala de las enfermedades-crónico degenerativas. Así que puedes practicar lo que más desees: baile, deporte, yoga, tai chi, en fin, aquella disciplina que más feliz te haga y que sepas que puedes comprometerte de por vida con ella.
• Descanso: ¿Quién dice que el placer de dormir no hace nada por tu salud? Al procurarte un sueño reparador, le brindas a tu cuerpo y mente, bienestar. Ambos son maquinarias tan complejas que sin duda requieren de un descanso pleno: puedes vivir algún periodo sin consumir alimentos o agua, pero si no duermes, el cerebro y el cuerpo se atrofian. Así que la próxima vez que pongas en duda tu necesidad de ir a la cama, recuerda que es durante el sueño que se realizan muchas de las funciones orgánicas que te mantienen vivo y saludable.
• Pensar en positivo: Tus pensamientos afectan directamente tu energía mental y por ende tienen impacto en tu salud física. El estrés, la ansiedad, la tristeza, y otro tipo de emociones son resultado justamente de las ideas que tienes. Así que no pierdas oportunidad de elegir ser positivo, de traer a tu mente recuerdos agradables, graciosos y también de tus sueños por realizar.
Si todos los días te ocupas de procurarte el gozo en estos 5 puntos, puedes asegurar que tendrás una salud a prueba de todo. Como ves, esto no significa decirle adiós a los placeres, sino hacer de ellos un estilo de vida.
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