El barco chocó contra un objeto desconocido, dijo un portavoz de la empresa, lo que lo obligó a regresar al puerto.
“Lo único que sé es que de pronto todo se puso negro. Las luces se apagaron por completo”, dijo la pasajera Sandra Douglas, de Houston, Texas. “Luego volvieron por un segundo y de nuevo se fueron. Y entonces empezaron a sonar las sirenas y dijeron que no era un simulacro. Después tuvimos que regresar a nuestros pisos y escuchar las instrucciones y los salvavidas y cosas así”.El barco Bahamas Celebration regresó a Grand Bahama Island el viernes por la noche tras el accidente. La compañía Celebration Cruise Line dijo en una declaración que los pasajeros fueron evacuados de la nave y ubicados en diferentes centros turísticos mientras esperaban volver a la Florida. No se informó de ningún lesionado.
“La gente entró en pánico, pero así es la naturaleza humana”, dijo Douglas. “Traté de buscar el lado bueno del problema y pensé que lo mejor era permanecer calmada, ya que no podía hacer nada de todos modos, excepto seguir las instrucciones que daban”.
El buque debía haber regresado a Palm Beach, Florida, el sábado por la mañana.
Los pasajeros llegaron a PortMiami el sábado por la noche y viajaron en un autobús cortesía de la compañía rumbo a West Palm Beach.
“Este viaje ha sido un absoluto desastre y ha hecho que nunca más tomemos un crucero”, dijo la pasajera Joan Fischer, vecina de Boynton Beach. “Quedamos encallados anoche a las 8 p.m., las luces se fueron cuando estábamos cenando. Todo se convirtió en un verdadero caos, y nadie podía manejar la situación. No hubo ninguna organización: ha sido el peor crucero en el que estado y jamás volveré a tomar otro”, agregó Fischer.
La línea de cruceros dio a conocer una declaración que, en parte, dice: Los pasajeros fueron evacuados del barco y llevados a varios resorts mientras esperaban volver a la Florida. No se reportó ningún lesionado, aunque la narración de lo ocurrido por un pasajero dice lo contrario”.
“No tenían chalecos salvavidas para nosotros en los camarotes”, dijo Fischer. “Me caí tres veces. Una amiga mía se rompió un dedo del pie. Y todo se puso oscuro y no tenían generadores funcionando. Entonces tuvimos que esperar casi cuatro horas hasta que consiguieron una rampa para poder bajar. Nos llevaron a un hotel donde dormimos. Esta mañana nos dijeron que teníamos que regresar a las 11 y a esa hora estábamos listos, pero tuvimos que esperar hasta las cinco de la tarde para poder abordar otro barco”.
La tripulación trabajó para valorar el alcance de los daños que sufrió el barco, y dijo que cancelaría por lo menos dos cruceros que la nave tenía planeado hacer.
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